lunes, 29 de agosto de 2011

Trajes Folclóricos


Nicaragua es un país en donde las manifestaciones culturales hierven como un mediodía tropical, y muestra de ello son los creativos y pintorescos trajes folclóricos tradicionales. Estos trajes tienen su punto de origen en las diversas celebraciones populares de antaño (y otras más recientes), durante las cuales los asistentes se engalanaban para danzar los ritmos y canciones relativas al festejo. Algunas de esas danzas aún se interpretan hoy en día, otras, han desaparecido de su “ambiente natural”, pero muchas de estas han sido rescatadas por artistas y folcloristas dedicados, gracias a lo cual son interpretadas en la actualidad por grupos profesionales de danza folclórica.
Los trajes folclóricos nacieron en todos los puntos cardinales del país, y son una muestra valiosísima de las costumbres y tradiciones regionales de la Nicaragua alegre, bulliciosa y expresiva de siempre. En ViaNica.com nos hemos propuesto mostrar al mundo la colección de trajes folclóricos nicaragüenses, y he aquí una primera entrega que iremos alimentando poco a poco con entrevistas a ballets profesionales o con visitas a fiestas populares en las que se interpreten danzas con los trajes tradicionales.

Baile del Zopilote

Vulture Dance
Nombre Baile del Zopilote
Origen Pacífico Sur (sobre todo Masaya, Diriá y Diriomo).
Traje Los personajes con sus trajes interpretan este baile: el zopilote, que usa un disfraz que siempre es negro, con una máscara de zopilote; y las mujeres, que visten un traje folclórico tradicional anaranjado, con rebozo negro y flores decorando el peinado.
Danza La danza, según una experta folclorista, es muy antigua y ya ha desaparecido de la tradición popular. Actualmente sólo se interpreta en producciones profesionales. El baile representa la muerte y entierro de “el zopilote”, personaje negativo caracterizado por esa ave carroñera.
Música El baile se realiza con la alegre canción “El zopilote murió”, que se interpreta al son de chicheros (grupo filarmónico).
 

Las Inditas

Las Inditas
Nombre Las Inditas
Origen Masaya
Traje Las inditas usan un traje tradicional enteramente blanco, que se complementa con un reboso rojo, fustán, trenzas, flores en la cabeza y un canasto.
Danza Este baile aún se ejecuta en las fiestas tradicionales de Masaya, e interpreta la laboriosidad de la mujer de pueblo, con movimientos suaves y coquetos de baile tradicional de marimba. Lo ejecutan una o varias bailarinas, en fiestas populares o en interpretaciones profesionales o aficionadas.
Música Este baile se interpreta con la canción de son de marimba “El baile de la inditas”.
 

Traje de Trencilla

Traje de Trencilla
Nombre Traje de Trencilla
Origen Pacífico (posiblemente Masaya).
Traje Este es un traje tomado de la vestimenta popular de trabajo de las mujeres mestizas o indígenas. El vestido es blanco decorado con trencillas de colores, y se usa con un rebozo negro o rojo, trenzas, flores en la cabeza y aretes.
Danza Este traje es utilizado para bailar cualquier son de marimba.
Música Todo son de marimba, no se usa con una canción en particular.
 

Traje del Mestizaje

Traje del Mestizaje
Nombre Traje del Mestizaje
Origen Pacífico
Traje Estos trajes, masculino y femenino, muestran la ostentosa influencia española en las vestiduras del pueblo. La mujer usa un traje con falda colorida y con lentejuelas pegada al cuerpo, que es también conocido como “traje de india lujosa”; ésta se acompaña con un sombrero coronado con arreglos de plumas y un abanico también de plumas. El hombre usa una camisa blanca, con una capa oscura decorada con lentejuelas; un sombrero con el ala doblada al frente y con una flor roja, más varias tiras de colores que caen hacia atrás, y un pantaloncillo embombado, medias blancas y zapatillas.
Danza Esta es una danza de galantería sensual, de romance, en la que el hombre vestido con elegancia danza junto a la dama engalanada, cortejándola con sus movimientos al son de la marimba. Es posible verlo en las presentaciones de grupos de danza folclórica profesionales o aficionados.
Música El baile del mestizaje se ejecuta con la canción “El mate amargo”, de son de marimba.
 

Traje norteño campesino

Traje norteño campesino
Nombre Traje norteño campesino
Origen Zona Norte (posiblemente Matagalpa, Jinotega, Estelí)
Traje Estos son también dos personajes, que representan al hombre y mujer laboriosa del norte de Nicaragua. La dama usa una falda pegada al cuerpo, con un pañuelo de punta en la cintura, cotona de manga larga, pañuelo en la cabeza, aretes y una olla de barro negro en los brazos. El hombre viste un blanco pantalón largo, cotona blanca (u otro color claro) y un pañuelo al cuello, además de un jícaro para el agua y sombrero norteño.
Danza Es una danza de galantería sensual, en la que el laborioso campesino corteja a la trabajadora mujer, al ritmo de mazurcas, polcas o valses del norte nicaragüense. Se interpretan como presentación cultural en fiestas populares tradicionales, o son ejecutados por ballets profesionales de danza.
Música Estos trajes se usan para danzar libremente o en coreografía cualquier canción de mazurca, polca o vals de norte montañoso de Nicaragua.
 

Los Agüizotes

Los Agüizotes
Nombre Los Agüizotes
Origen Masaya
Traje Los trajes de los Agüizotes son una variedad de disfraces que representan a los personajes de leyendas y de la mitología folclórica nicaragüense: la muerte quirina, la bruja, la cegua, la llorona, el padre sin cabeza, la vieja del monte y muchos más. Se confeccionan con tela, cartón, hojas de mazurca y otros muchos materiales.
Danza Se baila tradicionalmente en Masaya el último viernes de octubre, durante las fiestas patronales en honor a San Jerónimo, y actualmente comienza a ser incluido en el repertorio de presentaciones profesionales de danza. El baile se ejecuta con movimientos rítmicos relacionados al personaje, con música alegre, carnavalesca y de algarabía interpretada por chicheros
Música Se baila con toda la variedad de música de chicheros.
 

Traje de güipil

Traje de güipil
Nombre Traje de güipil
Origen Pacífico
Traje Este es el traje tradicional mestizo de Nicaragua. El güipil es una camisa sencilla de manta, que puede ser simple o decorada con bordados. Se usa con una enagua (falda) larga, de vuelos, también bordada. Este conjunto, que puede ser blanco o negro, se acompaña con un pañuelo de pico en la cintura, trenzas y adorno de flores en el cabello, y aretes. La blusa suele tener 4 orificios: uno en el pecho, otro en la espalda y dos en cada hombro que, según investigadores, representaban para los indígenas los 4 puntos cardinales. Las bailarinas danzan descalzas, o con caites. Algunos güipiles se decoran con dibujos de petroglifos encontrados en el país u otros dibujos sencillos bordados. También pueden agregarse al conjunto un abanico de mano, un rebozo o un comal de barro. El hombre que acompaña usa una cotona y pantalón blanco sencillo, más un sombrero de pita. Este traje es usado para bailar cualquier son de marimba.
Danza El traje de güipil se usa como un conjunto muy popular para interpretar sones de marimba. Los usan grupos profesionales así como cualquier persona para bailar libremente o con coreografía alguna canción nicaragüense de marimba.
Música Sones de marimba.
 

La Vaquita

La Vaquita
Nombre La Vaquita
Origen Managua
Traje Este traje folclórico nace en las fiestas patronales de Managua, gracias a mujeres que se unían a la algarabía de la procesión de Santo Domingo. La vaquita porta un aro grande alrededor de la cintura, el cual es decorado con telas que lo hacen ver como una falda; en el frente, se le coloca una imagen o una pintura de cabeza de vaca, coronada con unos cuernos reales o elaborados. La danzante viste un güipil tradicional floreado (generalmente rojo), del mismo color que la tela del vestido de la “vaca” (el aro); además, en el peinado lleva un arreglo floral.
Danza Este traje es aún usado por mujeres promesantes (que llegan a pagar una promesa al santo) durante la procesión de Santo Domingo, durante las fiestas patronales de Managua en agosto. La vaquita acompaña al santo, bailando al son de chicheros, e interactuando con los demás promesantes quienes simulan torear y correrse de ella. También es interpretada en presentaciones coreografiadas de ballets profesionales.
Música Sones de toros, interpretados por chicheros.          

El Güegüense

En el siglo XVII, en las calles de una pequeña ciudad colonial nicaragüense gobernada por autoridades españolas y habitada por indígenas y mestizos, comenzó a interpretarse una comedia bailete de gran valor cultural que expresaba un rechazo a la dominación hispana de manera burlesca, ingeniosa y creativa. Con el tiempo la obra pasó a ser un símbolo de identidad para el pueblo de Nicaragua por su carácter de protesta, y tres siglos después de su origen llegó a ser declarada “Patrimonio Vivo, Oral e Intangible de la Humanidad” por la UNESCO.
Esa histórica obra de autor anónimo es “El Güegüense o Macho Ratón”, primera pieza literaria nicaragüense, perteneciente al teatro náhuatl. Conozca a continuación detalles sobre la historia y contenido de esta comedia maestra.


La Historia

El Güegüense nace en la ciudad de Diriamba, en el actual departamento de Carazo. Existen varias teorías sobre la fecha de su surgimiento, pero sí se sabe con certeza que su lengua primigenia de representación era el náhuatl local. La obra se presentaba como teatro callejero, en las narices de las autoridades coloniales españolas civiles y militares.
El pueblo de la zona había demostrado su fuerte carácter con un directo rechazo y rebeldía contra el dominio español desde la llegada de los primeros conquistadores. En 1522, aproximadamente, el capitán de conquista Fernández Dávila se topó en la región con la tribu local encabezada por el cacique Diriangén. Los indígenas recibieron cortésmente a los extranjeros y escucharon sus demandas que incluían el sometimiento a la autoridad de la colonia española y la conversión al cristianismo; pidieron un breve tiempo para considerarlas y al volver arremetieron con furia contra el invasor.
Ese episodio de la historia es hoy considerado como la primera guerra anti-intervensionista nacional. Los españoles se impusieron gracias a su tecnología militar, y el pueblo de Diriangén se vio diezmado y sometido ante el invasor. Sus descendientes, un siglo después, fueron los posibles creadores y primeros espectadores de una obra cuyo contenido expresaba una resistencia pacífica ante la autoridad extranjera.
El Güegüense continuó presentándose en las calles y era transmitido de forma oral de una generación a la otra. No fue sino hasta 1942 que sus parlamentos fueron recopilados e impresos por primera vez en un libro, y ocho años después su música es grabada, también por vez primera.
En tiempos modernos los bailes de El Güegüense y su presentación completa pasó a formar parte de la expresión cultural durante las fiestas en honor al santo patrono de Diriamba, San Sebastián, en la tercera semana de Enero. Aunque hoy en día sus bailes forman también parte del repertorio de diversos Ballets Folclóricos profesionales y la obra completa es eventualmente interpretada de forma profesional o aficionada en teatros y colegios por todo el país, es durante estas fiestas diriambinas que se puede observar a El Güegüense y sus bailes interpretados por sus herederos naturales: los habitantes de la comunidad de Diriamba.
El 25 de Noviembre del año 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) otorgó un reconocimiento mundial a “El Güegüense o Macho Ratón”, al declararlo Patrimonio de la Humanidad.

a Obra

El Güegüense es una obra atractiva y muy interesante por los componentes que la conforman como comedia bailete: parlamentos, música y danzas, así como por la indumentaria teatral de los actores, la cual se asemeja a las utilizadas en sus orígenes, con algunas modificaciones y enriquecimientos que se han venido dando a lo largo del tiempo.
El nombre proviene de su personaje principal, el Güegüense, el que a su vez se deriva de la palabra náhuatl “huehue”, que significa viejo, sabio.
La obra consta de 14 personajes. Son tres mestizos: el Güegüense, su hijo Don Forsico y su hijo Don Ambrosio; cuatro autoridades españolas: el Gobernador Tastuanes, el Capitán Alguacil Mayor, el Escribano Real y el Regidor Real; tres mujeres: Doña Suche Malinche y sus dos damas de compañía; y cuatro “machos” (bestias de carga): el Macho-moto, el Macho-viejo, el Macho-mohino y el Macho-guajaqueño (otros le llaman Macho-boaqueño).
La indumentaria de los diferentes personajes es muy llamativa. Los españoles visten trajes y sobreros coloniales elegantes con lentejuelas y altas medias, demás de máscaras pintadas con bigotes y pelo rubio o castaño, y ojos azules o claros. Los mestizos usan máscaras con bigotes oscuros, sombreros de paja, ropas menos ostentosas, calzan sandalias o van descalzos y portan un chischil (o sonaja) puntiagudo de metal. Los machos van descalzos y usan chalecos con lentejuelas y máscaras de caballos, una crin de mecate y también portan chischil metálico. Las damas no están enmascaradas y usan vestidos largos, collares y aretes.
El Güegüense se describe a sí mismo como un comerciante que viaja por los diferentes territorios coloniales de México y Centroamérica con finas mercancías. Sus hijos son sus ayudantes: Don Forsico es su mano derecha y respaldo, Don Ambrosio es su detractor. Los cuatro machos son sus animales de carga y trabajo.
El Gobernador Tastuanes es la autoridad máxima y el Capitán Alguacil Mayor su fuerza policial. El Escribano Real y el Regidor Real son funcionarios gubernamentales locales. Doña Suche Malinche es hija del Gobernador Tastuanes y las dos damas son sus sirvientas.
La trama tiene 314 parlamentos (según la primera versión escrita) y se desarrolla así: el Güegüense es visitado por el Capitán Alguacil Mayor, quien lo convoca al Cabildo Real para arreglar el pago de sus impuestos. Una vez ante el Gobernador Tastuanes, el habilidoso Güegüense usa su ingenio para convencerlo de unir en matrimonio a Doña Suche Malinche y su hijo leal Don Forsico, evitando así tener que pagar nada a esas autoridades que él desprecia. En los parlamentos, el Güegüense despliega con picardía frases de doble sentido y simula frecuentemente una sordera para burlarse y engañar a las autoridades del Cabildo Real; hace también gala de sus maravillosas mercancías, las que enumera en repetidas ocasiones. Esas mercancías son reales según su hijo Don Forsico, pero su hijo Don Ambrosio expresa con enojo que son falsas, acusando a su padre de charlatán y embustero. Finalmente el Güegüense cierra su trato con una fiesta en el Cabildo Real.
Alternado con los parlamentos se desarrollan los bailes, en los que intervenían originalmente sólo los machos, según algunos estudiosos, pero que hoy en día participan igualmente los personajes españoles. En algunas presentaciones no tradicionales si no profesionales, los bailes se ejecutan con creativas coreografías innovadoras.
La obra tiene 14 sones, aunque en la actualidad se usan sólo seis en las presentaciones tradicionales y en otras. La música se interpreta con sus instrumentos originales, muestra del sincretismo cultural que expresa toda esta obra: un pito (flauta) y un tambor indígena, y un violín y una guitarra europea. Las canciones son totalmente instrumentales y tienen una evidente influencia tanto indígena como española en sus melodías lentas o rápidas.
El autor de la obra es desconocido y sobre él existen también otras tantas hipótesis, como que fue un culto mestizo cansado de los impuestos, o un sacerdote que tenía buen dominio del náhuatl y el español.
La construcción literaria de El Güegüense permite una variedad de interpretaciones. Para unos, el Güegüense es un muy trabajador, astuto y prospero comerciante que no quiere pagar impuestos al gobierno impuesto por la corona española. Para otros, el Güegüense es un pequeño comerciante habilidoso, pícaro y estafador, que hace uso de sus mil mañas para embaucar a las autoridades españolas de las que no sólo consigue evitar el pago de impuestos, sino también casar a uno de sus hijos con la propia hija del gobernador.
Sea como fuere, esta excelente y pintoresca obra expresa la resistencia de un pueblo ante las autoridades invasoras, y constituye una de las más importantes herencias culturales de los nicaragüenses, para quienes el Güegüense constituye un digno representante de su carácter: pícaro, astuto y rebelde.